Economía

"Consenso", pero no unanimidad: así fue el debate dentro del BCE para subir los tipos en 50 puntos básicos en julio

  • "Algunos miembros" defendieron un incremento del 0,25%, según las actas
  • El Banco Central Europeo, preocupado por la caída del euro frente al dólar
Sede del Banco Central Europeo (BCE) en Frankfurt. Imagen de archivo. Fotografía: iStock.
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Este jueves se han publicado las actas de la última reunión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), la del pasado 21 de julio, en la que el Consejo de Gobierno del organismo decidió acometer la primera subida de los tipos de interés en 11 años. El incremento fue de 50 puntos básicos, en vez de los 25 anunciados en la reunión anterior, poniendo fin así a la reciente era de los tipos negativos (o del 'dinero fácil') en la zona euro. Un movimiento que, aunque consensuado, realmente no contó con un respaldo total en el seno de la entidad central.

Los 25 miembros del Consejo de Gobierno del BCE decidieron en junio de forma "unánime" que subirían el precio del dinero al mes siguiente un 0,25%, según aseguró entonces Christine Lagarde, su presidenta. Y es por ello que el 'cincuentazo' final no estuvo exento de debate, tal y como hoy evidencian las actas.

El mes pasado hubo un "consenso", pero no unanimidad. "Algunos miembros" querían hacer un aumento de 25 puntos (y no de 50) porque "esta era la medida prevista que se comunicó en la reunión de junio" y "mantendría la coherencia", recoge el documento.

Además, ante los ya entonces crecientes riesgos de recesión en la eurozona, los banqueros más precavidos del BCE (también conocidos en la jerga de los mercados como 'palomas') consideraron que un alza más suave sería "más acorde con una normalización gradual de la política monetaria".

Estos miembros, además, mostraron su preocupación por la posibilidad de que una sorpresa del BCE aumentara "la incertidumbre reinante en el mercado".

La "gran" mayoría quería los 50 puntos básicos

Tan solo dos días antes de la gran cita del Banco Central Europeo, la agencia de noticias Reuters filtró que la institución iba a poner sobre la mesa la opción de subir el precio del dinero en 50 puntos básicos. Y según muestran hoy las actas, el 21 de julio "un gran número de miembros estuvo de acuerdo en que era apropiado subir los tipos de interés oficiales" en esa medida. La veían justificada por el empeoramiento de las perspectivas de inflación desde la reunión anterior.

El índice de precios al consumo (IPC) de la zona euro marcó el mes pasado un nuevo máximo en la serie histórica, en el 8,9% anual. Por ello, para la mayoría del BCE elevar el precio del dinero de forma más 'contundente' era "una clara señal de su determinación de actuar y de cumplir su mandato" de garantizar la estabilidad de los precios.

Así, los 'halcones' (aquellos banqueros centrales que apuestan por una política más restrictiva) argumentaron que un incremento de 50 puntos básicos, en lugar de los 25 anunciados previamente, "proporcionaba más claridad a los participantes en el mercado en un entorno [económico] muy incierto".

Los que estaban a favor del 'cincuentazo' también defendieron que daría "más flexibilidad" al BCE "para reaccionar ante los datos que se conozcan y proceder a la normalización de la política monetaria en sus futuras reuniones".

De esta manera, los miembros que preferían una alza más suave de las tasas se acabaron mostrando "dispuestos a sumarse a un consenso sobre la subida de los tres tipos de interés oficiales del BCE en 50 puntos básicos", siempre según las actas conocidas este jueves.

Preocupación por la depreciación del euro

El BCE volverá a reunirse el 8 de septiembre para tomar una nueva decisión sobre los tipos de interés. Las últimas referencias macro conocidas en la zona euro elevan la presión sobre Lagarde y el resto de miembros del eurobanco. 

Tampoco el euro da una tregua: la divisa comunitaria ha pasado en los últimos a valer menos que el dólar estadounidense, con el consiguiente impacto que puede acabar teniendo en la economía. De hecho, los banqueros del BCE ya mostraron en la reunión del mes pasado su preocupación por la depreciación del euro. ¿Por qué? Porque puede provocar "mayores presiones inflacionistas" y un "cambio importante en el entorno exterior", según recogen las actas. 

La alemana Isabel Schnabel ya ha abierto la puerta a otro incremento del 0,5% en el precio del dinero europeo. El banco central no anticipó en julio de cuánto será la subida del mes que viene. Al contrario: anunció que a partir de ahora la medida de los movimientos se decidirá en cada reunión.

Con todo, las últimas actas del BCE demuestran el "nuevo enfoque" de normalización monetaria del organismo: "Podemos hacer lo que queramos, cuando queramos", ironiza Carsten Brzeski, analista de ING Economics.

Para Mateusz Urban, economista de Oxford Economics, el documento evidencia que la reciente subida de tipos solo se basó "en parte" en los datos macroeconómicos de la zona del euro. "El consejo trató de enviar una fuerte señal de su voluntad de reducir la inflación hasta el objetivo" del 2%, opina.

"Creemos que este sentimiento 'halcón' persistirá a corto plazo, lo que se traducirá en una acumulación de subidas de 100 puntos básicos hasta finales de año", vaticina Urban. Las apuestas ya están abiertas.

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